La construcción con ICF (Encofrado de Hormigón Aislado) ofrece increíbles beneficios: eficiencia energética, resistencia y construcciones más rápidas. Pero nada de eso importa si sus muros se desplazan, abultan o fallan durante el vertido del hormigón. La diferencia entre un muro perfectamente recto y un desastre costoso a menudo se reduce a una cosa: el sistema de apuntalamiento.
Muchos constructores asumen que debido a que los bloques ICF se entrelazan, no necesitan mucho soporte. Otros intentan tomar atajos utilizando apuntalamientos improvisados, solo para lamentarlo cuando los muros se desalinean. ¿La verdad? Un buen apuntalamiento no es opcional, es lo que hace que el ICF funcione.
Las fallas comunes incluyen:
Abultamiento de los muros – Por soporte lateral insuficiente
Inclinación o desplazamiento – Por conexiones de base no aseguradas
Ajustes de pánico de último minuto – Cuando los equipos se dan cuenta demasiado tarde de que su apuntalamiento no era lo suficientemente fuerte
Estos problemas no son solo molestos, pueden llevar a retrabajos costosos, retrasos e incluso problemas estructurales.
Un sistema de apuntalamiento adecuado debe hacer tres cosas clave:
Mantener el muro recto – Previniendo cualquier deflexión bajo la presión del hormigón.
Asegurar la base – Evitando que la parte inferior se salga durante el vertido.
Permitir ajustes – Para que los equipos puedan afinar la alineación antes de que el hormigón fragüe.
Apuntalamiento de acero para ICF – Lo suficientemente rígido para resistir las fuerzas del hormigón.
Anclaje adecuado – Los puntales deben estar asegurados a la losa o al suelo.
Un sistema bien diseñado también será rápido de instalar, reutilizable y adaptable a diferentes alturas y diseños de muros.
1. Siga la regla de los 8 pies
No más de 8 pies entre los puntales verticales para muros estándar.
Los muros más altos (más de 10 pies) pueden necesitar un espaciamiento más cercano o apuntalamiento diseñado.
2. Apuntale ambos lados de los muros largos
Para mayor estabilidad, alterne los puntales en lados opuestos para contrarrestar la presión.
3. Verifique y vuelva a verificar antes de verter
Use un nivel para confirmar que los muros están a plomo.
Asegúrese de que todas las conexiones estén apretadas, ¡sin bamboleos!
4. Monitoree durante el vertido
Haga que alguien observe si hay movimiento a medida que el hormigón llena los encofrados.
Los pequeños ajustes tempranos pueden prevenir grandes problemas más adelante.
La construcción con ICF es tan fuerte como su sistema de apuntalamiento. Omitir los soportes adecuados o usar materiales endebles es una apuesta que rara vez da resultados.
Invierta en un sistema de apuntalamiento rígido y ajustable, siga las mejores prácticas y evitará los dolores de cabeza de los muros desalineados, las correcciones costosas y los clientes insatisfechos.
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